En la librería En las nubes estamos creando un Club de Lectura. Reuniones 1 vez al mes. A través del siguiente formulario puedes colaborar con nosotras con sugerencias para la elección de libros.
Si te interesa esta actividad no dudes en ponerte en contacto con nosotras. Tlf 868 087 059. Mail escrituracreativaenlasnubes@gmail.com / enlasnubeslibre@gmail.com o puedes venir personalmente estamos en c/ Huerto Don Pepe, 2. 30180 Bullas. Nuestro horario es de 9.30 a 14.00h y de 17.00 a 21h. Sábados de 10.00 a 13.30.
sábado, 29 de agosto de 2015
miércoles, 12 de agosto de 2015
Ejercicio: ¿Quién tiene miedo?
La fobia
Por JoseKopero
"Yo solo quería ir a mi habitación para coger un libro de la estantería. No esperaba encontrarme con aquel monstruo custodiando el cuarto. Es asqueroso, se mueve rápidamente por el suelo y por la pared. No lo aguanto. Y justamente hoy tengo que estar solo en casa… Todo lo malo me pasa a mí. ¡Qué asco de vida y qué asco de cucaracha del demonio!
No me atrevo a abrir la puerta por si me ataca, odio los bichos, en especial las cucarachas. De pequeño tuve malas experiencias con una y… digamos que no las aguanto y no puedo ni verlas, me dan auténtico pánico.
Tengo dos opciones: puedo dejar la puerta cerrada y esperar hasta que vuelva Dylan de la imprenta, la otra opción es matarla yo mismo, pero… ¡Me da mucho miedo!
El sonido de los insectos al ser aplastados es demasiado asqueroso, no pienso ser yo el que acabe con ella, pero, desgraciadamente, necesito ese libro cuanto antes, solo tengo veinte minutos más de descanso, después tendré que volver a la oficina. Mierda, mierda, mierda.
¿Y si dejo el libro? Puedo llevarlo mañana, así que supongo que no hay problema. Le mandaré un mensaje a aquella chica para posponer la entrega a mañana. Cojo mi móvil y… Joder, me he quedado sin batería, ahora sí que la hemos hecho buena. Y el cargador está en mi cuarto también. Maldita sea. El tiempo se me está agotando, debo actuar rápido.
Cojo una revista vieja de la sala de estar y me dirijo hacia la puerta de mi cuarto. Me armo de valor y entro sin dudarlo. Ahí está, ¡es asquerosa!
Salgo del cuarto y cierro a mi paso una vez más. No soy capaz, pero tengo que hacerlo o ella me matará, metafóricamente hablando.
Voy a la cocina y bajo el fregador encuentro un bote de insecticida. En una mano el bote y en la otra la revista, voy a acabar con esa cucaracha monstruosa de una vez por todas. Ahora sí.
Entro en la habitación y, sin dudarlo, empiezo a rociar el insecticida por diestro y siniestro. Entre la humareda de gas, veo la cucaracha correr por la pared. Me alejo todo lo posible de ella y no dejo en ningún momento de echarle el insecticida, esta vez apuntándole a ella.
Una vez que está paralizada, cojo el cargador del móvil y el libro y salgo tosiendo, asqueado por el bicho y por el gas. He sobrevivido esta vez, pero puede que la próxima no tenga tanta suerte. Las cucarachas son impredecibles y peligrosas, sobretodo las que vuelan. No le he golpeado con la revista, así que no sé si sigue viva o no, pero de eso se encargará mi compañero de piso, no yo.
Me lavo las manos, dejo mis armas de combate en la cocina y abandono el apartamento para coger el metro y dirigirme a la oficina.
Misión cumplida."
lunes, 10 de agosto de 2015
Colaboración de En las nubes en la Tribuna del Noroeste
En las Nubes comienza a colaborar con La Tribuna del Noroeste con una sección de recomendaciones de libros. En la foto vemos a Isa y Emilia en el rincón del lector de la librería. En este primer artículo nos presentan su proyecto y nos cuentan de donde vienen y cómo su filosofía de vida se ha convertido en su trabajo.
Emilia Gil e Isabel Espín son las fundadoras de “En las Nubes”, la nueva librería papelería situada en la c/ Huerto Don Pepe 2, en pleno corazón de Bullas. Ambas se conocieron en la Escuela Taller de Arqueología excavando en los orígenes y entrañas de su tierra. En un año, lograron junto a sus compañeras, desenterrar y poner en valor La Villa Romana de Los Cantos. Corría el año 2012. Emilia venía del mundo de los Números y las Relaciones Laborales, Isabel del de la Música, la Creación y las Artes Escénicas. Tienen en común su vuelta a casa después de vivir varios años fuera y su amor a los libros, el arte y la cultura. Después de andar muchos kilómetros, pensar y sopesar los pros y los contras de crear su propia empresa en estos tiempos de inestabilidad económica se enfrentaron al miedo, hicieron balance y el 11 de mayo de 2015 inauguraron “En las Nubes”, un lugar de encuentro donde conviven en armonía libros, papeles, pinturas, lápices, gomas y sacapuntas con regalos hechos a mano con cuidado y esmero por artistas y artesanos tanto locales como foráneos. Además de su cuidada selección de libros y objetos de regalo, otra de las cosas que distingue a la librería es el espacio dedicado a la realización de talleres y eventos desde donde ofrecen
una programación de actividades dirigidas a personas de todas las edades con talleres de Música (Iniciación a la guitarra y composición), Teatro (infantil y de adultos), Escritura Creativa, presentaciones de libros, charlas y exposiciones. Su intención es crear un flujo de movimiento cultural y artístico abierto a nuevas propuestas e ideas en un espacio bonito y acogedor donde te sientas a gusto. Es ideal para venir solo/a o acompañado/a y por supuesto con la familia, sentarte el rincón de lectura bajo el árbol, y escoger el mejor libro para llevar entre la selección que tienen de libros infantiles, cuentos ilustrados, libros para adultos, poesía juvenil, psicología, historia, novela, ficción, etc.
Desde el principio han apostado por dar un valor añadido a la pequeña producción artesanal cercana, distinta y personal. Apoyan a los nuevos creadores que dejan sus obras personalmente. Así que algunos de sus libros y objetos de regalo no los podrás encontrar en los estantes de los centros comerciales.
Son conscientes de los cambios que las nuevas tecnologías han traído a nuestra globalizada sociedad, sobre todo en la forma de relacionarnos, comunicarnos, consumir cultura, ocio, comprar y vender ya que todo esta a golpe de click. Pero En las Nubes puedes tocar, oler, encargar los libros que te gustan, conocer otras propuestas que salen al mercado y aprender a componer una canción, recitar un texto, escribir un cuento o conocer al autor en la presentación de su libro. Estas experiencias no se pueden vivir en las compras online. Y algunos doctores alertan contra los efectos negativos de usar en exceso los dispositivos digitales. En 2010, tanto Steve Jobs el creador de Apple como el fundador de Twitter, Evan Williams, entre otros grandes empresarios tecnológicos se mostraron contrarios a que los ipod, tabletas creadas por Apple, cayeran en manos de sus hijos. En este caso Williams prefería que sus dos primogénitos cambiaran la tecnología de estos dispositivos, y todos lo que estaba a su alcance, por los libros de papel de toda la vida. Así que lejos de verlas como un problema trabajan con ellas y las utilizan en su trabajo diario para seleccionar libros entre las cientos de propuestas que hay en el mercado. Buscan en las editoriales independientes y en las grandes que lanzan los súper ventas. Su objetivo es tener libros para todos los gustos y edades y aconsejar bien al cliente en su compra. Para ello hablan personalmente con ellos y después de conocer sus gustos y saber que andan buscando o que necesitan para mejorar la educación de sus hijos les ofrecen lo que creen que les puede gustar y es el cliente el que toma la última palabra. Al mismo tiempo ellas se dejan aconsejar por las sugerencias de sus clientes que emocionados les hablan de este o aquel libro, creándose una relación que se retroalimenta mutuamente.
Creen que el papel de las librerías es apoyar y difundir la lectura, fomentar el encuentro entre lectores, cuidar al máximo tanto a los libros como a las editoriales que se arriesgan a publicar
pequeñas joyas. Les encantan los libros y su mundo tanto por sus contenidos como por ser un objeto de culto. El libro nos abre la mente, nos transportan a otros lugares sin movernos de casa, nos lo enseñan todo sin juzgarnos y por supuesto nos pueden hacer mejores y más felices personas, nos cuentan emocionadas. Saben que su labor es importante y han decidido apostar y sacar adelante este proyecto que se ha convertido en muy poco tiempo en su nueva forma de vida.
Estaremos colaborando una vez al mes con las chicas de En las Nubes con una sección de recomendaciones de libros.
El próximo viernes 14 de agosto a las 20.30h tendrá lugar la presentación del libro “Dibujos de Ana Mundana Volumen 1”, editado por Mínimo esfuerzo. El colectivo Artistas Desconocidos con las hermanas Espín y Pecado Pixelado estarán en la ambientación audiovisual del evento.
En las Nubes
C/Huerto Don Pepe, 2
Horario: De lunes a viernes de
9.30 a 14.00 y de 17.00 a 21.00,
Sábados de 10.00 a 13.30.
Abierto los domingos de Zacatín
En verano las tardes son de 18.00a 21.00h.
Tlf: 898 087 059
Email: enlasnubeslibre@gmail.com
www.facebook.com/libreriaenlasnubes
miércoles, 5 de agosto de 2015
Espacio lector: Los que duermen, Juan Gómez Bárcena.
Los que duermen
Juan Gómez Bárcena
Descubrí
a este escritor hace unos meses pasando las páginas de la revista Leer. El artículo se titulaba “Los 30 de
los 30”. Después de leerlo y hacer una lista con los libros y autores que
quería conocer, compré El cielo de Lima. Esta
fantástica novela me hizo disfrutar de la lectura como no lo había hecho en
mucho tiempo. Tras la resaca que me dejó este sabroso cóctel de literatura,
unos días atrás compré En las nubes el libro de relatos Los que duermen.
Los que duermen, Juan Gómez Bárcena. Editorial Salto de Página. |
En
unas 120 páginas divididas en 15 relatos, Gómez Bárcena hace de la Historia Literatura
y sus tiempos pasado, presente y futuro confluyen con maestría relato tras
relato. Hay quien dice que es importante
conocer la Historia para poder conocernos a nosotros mismos, y este joven
escritor ha sabido trabajar en sus relatos esta idea, ya que el tiempo de las
narraciones solo es un pretexto para hablar del hombre, de su existencia y sus
miedos. Demuestra de forma aplastante que siglo tras siglo nuestra naturaleza
sigue siendo la misma. Ahora, abróchense los cinturones. El viaje va a
comenzar.
Con
“Cuaderno de bitácora” Gómez Bárcena hace despegar la nave del tiempo en la que
nos sitúa a los lectores y conduce nuestra imaginación hasta el año 1564 a
través de una crónica de Indias, en la que un conquistador narra el
descubrimiento de una tribu en la que se comerciaba con las palabras. Tras esta
historia, continúa nuestro viaje para conocer a la joven reina Bandica, que por
amor a un muerto concibió la locura de viajar en el tiempo; así nace “Fábula
del tiempo”. Después, nos trasladamos al antiguo Egipto con “La leyenda del rey
Aktasar”. En “El regreso” el culto a una diosa es el detonante para volver a
nuestro leitmotiv. En mitad de este
viaje, Gómez Bárcena, el piloto de nuestra nave, decide ofrecernos un paseo por
la Guerra de Troya donde Aquiles huye de la guerra intentando cambiar su
destino convirtiéndose en “El mercader de betunes”. Pero el viaje continúa y
volamos hasta el siglo XII para encontrarnos con “La virgen de los cabellos
cortados”. La leyenda de “Zigurat” será el final de esta etapa en nuestro
viaje.
Con
este panorama, entramos en la segunda parte del libro (y de esta aventura) y
Gómez Bárcena nos quiere presentar al “Padre fundador de Alemania”, que fue encontrado
en 1937 por dos excursionistas en el mismo lugar donde fue sacrificado 2000
años atrás. Tras visitarlo, descubrimos que “Hitler regala una ciudad a los
judíos” allá por 1944 y lo haría cubriendo con tulipanes un campo de
concentración. Y, por fin, conocemos a “Los que duermen”, relato que da título
al libro y en el que narra la historia de un vigilante de seguridad que trabaja
en un museo donde descansan unas ochenta momias. Volvemos a despegar en nuestra
nave para trasladarnos al presente y a lo cotidiano con “Las buenas
intenciones”. Allí encontramos a una mujer que cuida a su madre enferma de
alzhéimer y que, para hacer más llevadera esta enfermedad, inventa historias que
le hacen confundir su propio pasado y su existencia. De este modo, volvemos a
2012 en “Como sí”, donde los hombres vivían esperanzados por el pasado sin
recordar nada de su futuro; como si el mundo empezara con ellos.
Nuestro
piloto cambia ahora las coordenadas y nos lleva a un futuro con relatos que
rozan la ciencia ficción para hablar de lo absurdo de la inmortalidad y del
paso del tiempo. Aterrizamos en el año “2374” donde un hombre de 2012 despierta
tras haber sido congelado. Nos informan por megafonía que el viaje está a punto
de terminar. Así, nuestra nave comienza a descender con “La espera” donde el
mito de la creación cambia de protagonistas y los humanos serán vistos como
dioses por los pobladores de nuestro planeta, los androides.
El lector ya puede desabrocharse el cinturón. El viaje ha terminado. El tiempo transcurrido entre las páginas de este libro se diluye junto con nuestra lucha contra la existencia.
María F. Marín
lunes, 3 de agosto de 2015
Ejercicio para practicar la escritura de diálogos. Resultado de Josekopero.
Tiempo de descanso
Este diálogo está inspirado en esta imagen. |
Una mañana, mientras la señora Hustin fumaba su quinto cigarrillo de la
mañana sentada frente a la ventana observando la calle de forma nostálgica,
su marido miraba cientos de ofertas de viajes en unos catálogos que se había
llevado de la agencia Akers. Bajando los pies del radiador en el que se
apoyaba, la señora Hustin echó un vistazo a su marido y le preguntó:
—¿Por qué no nos vamos a Paris?
—Ya estuvimos allí cuando éramos novios, ¿te acuerdas?
—De eso hace ya mucho tiempo…
—Dijimos que íbamos a tomarnos unas vacaciones para descansar y
desconectar de todo. Así que nada de turismo. Desde que perdimos al bebé no
hacemos más que darle vueltas a la cabeza y discutir. Es el momento de
olvidarnos de todo y pasar una semana tranquilos.
—El bebé… Lo buscamos por toda la casa y no apareció, yo creo que me lo
ha quitado la vecina, siempre nos ha tenido envidia.
—No digas tonterías, mujer. Seguro que aparece cuando menos nos lo
esperemos, no puede andar muy lejos, solo tenía ocho meses.
—Pero si le he rezado a San Antonio y sigue sin apareces, y eso que yo no
soy creyente, que la última vez que pisé una iglesia fue el día de nuestra boda
y para decirle al cura que al final nos casaríamos por el juzgado. Se enfadó y
me dijo que eso Dios no lo veía con buenos ojos. ¿Te lo puedes creer?
—Sí, porque fui contigo y pasé mucha vergüenza. Te pusiste a gritarle
como una loca. No nos excomulgaron de milagro.
—¿Excomulgarnos? —se puso de pie y alzó el tono de su voz— ¡La iglesia
hoy en día no excomulga a nadie! No pueden permitirse perder más fieles.
—Bueno, deja a la Iglesia en paz, vamos al tema que nos interesa. ¿Dónde
vamos de vacaciones?
Sin responder a su pregunta, la señora Hustin abandonó el salón y se
metió a la cocina, dejando solo a su marido. Él continuó mirando buscando en
otro catálogo, sin éxito. Nada le terminaba de convencer.
Al cabo de un rato, su mujer tuvo una buena idea y le gritó desde la
cocina:
—¡Cariño! ¡Ya sé a dónde podemos ir!
—¿Qué dices? No te oigo con el ruido del ventilador.
A paso ligero ella regresó al salón muy emocionada y le repitió que había
tenido una buena idea sobre el lugar al que podían viajar.
—¡Venecia!
—¿Venecia?
—¡Sí, Venecia! Siempre quise viajar allí, pero con ese sueldo miserable
que tienes no nos llega para lo que yo deseo.
—Nos llega de sobra, podemos pasar allí una semana…
—¡Un mes! —gritó interrumpiéndole— ¡Quiero vivir un mes en Venecia!
Pero claro, alquilar allí una casa no es barato…
—Espera, detente, eso se sale de nuestros planes de descansar en la playa.
—Me da igual si se sale o se entra, yo quiero ir a Venecia un mes.
—Anda, mujer, tómate una tila a ver si te relajas y dejas de decir
tonterías, porque ya van suficientes por hoy.
—Crees que estoy diciendo tonterías —se llevó las manos a la cara y de
repente empezó a llorar—. Si me quisieras me llevarías a Venecia y me harías
la mujer más feliz del mundo, pero como no me quieres…
—Tú misma has dicho que mi sueldo no…
Ella le interrumpió de nuevo, y, con falsas lágrimas en los ojos, empezó a
exagerar la situación diciendo en voz baja:
—Primero pierdo a un hijo, y después mi marido me niega lo único que le
he pedido… Qué vida más triste la mía…
—No es lo único que me has pedido, cada semana tienes un capricho
distinto. No hace mucho que te empeñaste en tener un teléfono móvil que me
costaba más de la mitad de mi sueldo.
—Ya no me gusta, es Samsung.
—¡Lo que pasa es que eres una caprichosa!
—¡Y tú no me quieres!
—¡Si no te quisiese no estaría toda la mañana organizando las
vacaciones!
—Es que eres tonto, toma mi móvil —le dijo cogiendo el aparato de la
mesa y acercándoselo a su marido—. Busca en Kayak, es más fácil.
—¿Cómo?
—Que busques en Kayak.
—¿Kayac?
—Sí, mira. Kayak. Es una app que me he descargado en un momento y va
genial. Kayak busca en cientos de webs de viajes y encuentra las mejores
ofertas de vuelos en segundos.
—Pero cariño, ¿estás haciendo publicidad… en nuestra propia casa?
Riéndose respondió:
—Los idiotas estos del buscador de vuelos me han pagado para que les
haga publicidad, con el dinero del patrocinio nos vamos a Venecia, ya verás
qué bien lo pasamos.
—Estás bromeando, ¿no?
—Estoy hablando totalmente en serio. Les dije a los de Kayak que yo
tenía una revista de moda muy famosa llamada “Contán”, o algo así. No pagan
mucho porque no conocen esa revista, pero he conseguido engañarles lo
suficiente como para poder ir a Venecia dos o tres semanas. Así que entre eso
y el dinero que teníamos ahorrado para las vacaciones podremos vivir allí. ¡Mi
sueño se cumplirá!
—Esto es surrealista… —se levantó del sofá intentando asimilar la
situación. Nada tenía sentido.
Trató de dirigirse a la cocina a por agua pero su mujer le llamó. Al girarse para mirarla no se encontró a su mujer, sino a su jefe.
Trató de dirigirse a la cocina a por agua pero su mujer le llamó. Al girarse para mirarla no se encontró a su mujer, sino a su jefe.
—Señor Hustin, ¡Está usted despedido!
—¡¿Qué?!
En ese momento, y con el pulso del corazón a un ritmo alarmante, cayó al
suelo y se despertó.
Todo había sido un sueño, en realidad no estaba casado, no se apellidaba
Hustin y no había perdido nunca a su bebé. Simplemente era juez del tribunal
supremo y se había quedado dormido en la cafetería en la que desayunaba
cada mañana.
—Camarero, ¿qué hora es?
—Las doce, señor.
—Nada, ya es muy tarde, no llego. Pues ya que estoy aquí lo mejor será
desayunar. Por favor, ponme un café solo.
—Marchando, señor.
Y allí se quedó pensando en aquel sueño tan raro que había tenido.
Parecía tan real…
FIN
José Manuel Fernández (Josekopero)
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